lunes, 19 de septiembre de 2011

DECLARACIÓN POLÍTICA

El II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), electo en el reciente y combativo 14º Congreso, sesionó en Caracas, el 17 y 18 de septiembre de 2011, examinando la situación política nacional e internacional, referenciada por la agudización de la lucha de clases y por la creciente responsabilidad de las fuerzas del progreso para que los avances revolucionarios se consoliden y profundicen.

Situación internacional

La dialéctica relación de contradicciones interimperialistas se encuentra en un momento en el que fortalecen sus alianzas ante objetivos comunes, incrementando su ofensiva contra los pueblos, en la búsqueda de salir de la profunda crisis del sistema capitalista mundial por la que transita desde 2008.

El imperialismo, a través de uno de sus instrumentos militares, la OTAN, con su nueva concepción estratégica, está materializando una de las alertas que el movimiento mundial de la paz estuvo haciendo desde hace cerca de diez años, sobre su intención de utilizarlo como mecanismo de imposición de su política y resguardo de sus intereses más allá de la zona del Atlántico Norte y la frontera con Europa del Este, ampliando su alcance a cualquier rincón de la tierra.

Están, además, utilizando nuevas tácticas de agresión a pueblos y sumisión de países, junto a los tradicionales mecanismos de subvertir y desestabilizar procesos y gobiernos que, siendo de carácter popular o no, se interpongan a sus intereses y necesidades de dominar mercados, riquezas naturales y fortalecer su posicionamiento y dominio geo-político. Para toda esta política de dominación, el imperialismo cuenta con la ONU como instancia de legitimación de sus agresiones.

El imperialismo y sus lacayos sionistas, despliegan una ofensiva estratégica para mantener y fortalecer su hegemonía en el Medio Oriente y en el Norte de África. Con tales propósitos, desarrollan una ofensiva de agresiones simultáneas, interviniendo en Libia, apoyando de todas las formas a una débil oposición y lanzando un criminal bombardeo masivo. Tratan de desestabilizar a los gobiernos de Siria e Irán, creando condiciones para una posible intervención militar. De igual modo, niegan el derecho inalienable del pueblo palestino a tener un Estado independiente y soberano, con las fronteras de 1967 y Jerusalén Oriental como capital; justa demanda a la que el PCV reitera su absoluto apoyo.

Simultáneamente, el capital monopolista transnacional utiliza sus armas económico-financieras para recuperar sus tasas de ganancia, eliminando conquistas sociales y el derecho de los pueblos a una vida digna, a un trabajo estable y bien remunerado, a un sistema de seguridad social accesible para todos y todas, a un sistema de salud pública eficiente, a una educación gratuita y de calidad. Estas políticas son las que están enfrentando la clase obrera y los pueblos de Europa, en particular los de Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia y Francia.

Los Partidos Comunistas y el sindicalismo clasista están en la primera línea de combate político y de masas, y cuentan con la solidaridad de los pueblos del mundo, porque nos sabemos parte de una misma lucha contra un enemigo común.

En Latinoamérica y el Caribe, el imperialismo estadounidense sigue intentando retomar sus anteriores niveles de influencia, manteniendo sostenida, sistemática y multifacéticamente su contraofensiva a los distintos procesos democráticos y progresistas que están en desarrollo.

Los esfuerzos de avanzar en proyectos de integración regional y subregional, como los casos de CELAC, ALBA y UNASUR, en los que el Gobierno venezolano, la Revolución Cubana y otros gobiernos progresistas han tenido un papel determinante, deben contar con el creciente apoyo y participación de las fuerzas políticas y sociales revolucionarias, con la claridad de que influyen en su seno las correlaciones de fuerzas en dependencia del carácter de clase de cada gobierno y los grados de influencia de la burguesía y del movimiento popular-revolucionario en cada país y en el continente.

Las y los comunistas y el movimiento obrero y popular, tenemos gran responsabilidad en los procesos políticos que se desarrollan en Latinoamérica y el Caribe; por lo que debemos fortalecer las acciones de solidaridad y de unidad popular-revolucionaria frente a las amenazas imperialistas. En este contexto, son significativas las movilizaciones del estudiantado chileno junto a las y los trabajadores, con destacado papel del PC de Chile y sus Juventudes Comunistas, por reivindicaciones sectoriales y transformaciones políticas frente al gobierno derechista de Piñera y los rezagos del pinochetismo.

Situación nacional

Venezuela es objetivo priorizado del imperialismo estadounidense, concentrando sus esfuerzos para acabar con la experiencia popular que avanza en nuestro país. El imperialismo hace esfuerzos por crear una falsa imagen de autoritarismo y vinculación con lo que llaman narcoterrorismo, preparando las condiciones para justificar posibles acciones de intervención. El imperialismo está decidido a “salir” del Gobierno del presidente Hugo Chávez, de manera electoral o violenta, según la correlación interna de fuerzas y según se consolide la profundización política y económica del proceso revolucionario o la conciliación de clases.

En este contexto, el movimiento obrero venezolano presenta algunos avances, mediante el fortalecimiento del sindicalismo clasista, el impulso de los Consejos de las y los Trabajadores y del movimiento por el Control Obrero, y la consolidación del movimiento de Delegados y Delegadas de Prevención. No obstante, hay que profundizar el combate contra las pretensiones de sectores del capital y de la burocracia estatal por subordinar a sus intereses las organizaciones de las y los trabajadores. Debemos redoblar la ofensiva de calle para lograr la aprobación este año de la nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y de la Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras. Todo esto con el objetivo central de que la clase obrera y el pueblo trabajador se posicionen como vanguardia de la revolución venezolana e impongan su hegemonía para el verdadero rumbo socialista.

La oposición, heterogénea y contradictoria, fundamentalmente dirigida por fuerzas proimperialistas, aprovecha el descontento en sectores populares ante graves problemas estructurales no resueltos, como la inseguridad, el desempleo, el alto costo de la vida, la corrupción, la impunidad, etc.; siendo una tarea de primera línea construir y aplicar correctivos, con las fuerzas político-sociales y todo el pueblo.

Debemos desenmascarar la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y sus supuestas primarias, porque representan los intereses políticos de los poderes económicos que dominan esas estructuras partidistas, para retomar sus privilegios, para abrirle las puertas al capital monopolista y a las transnacionales saqueadoras de las riquezas nacionales y expoliadoras de nuestro pueblo. Prueba de ello, es su propuesta ilegal, desestabilizadora y golpista de una llamada “Ley de Transición”.

El PCV reafirma que es imprescindible impulsar una victoriosa e imponente ruta electoral para las elecciones de 2012 y 2013. Serán escenarios de batalla política, ideológica y de masas, para elevar la conciencia, organización y movilización del pueblo trabajador junto a su Partido, el PCV. Los espacios conquistados deben servir para buscar el mejoramiento de la situación de las y los trabajadores, pero, especialmente, como mecanismo de acumulación para producir la ruptura con el Estado burgués.

El PCV reitera que el legítimo liderazgo y la enorme credibilidad del presidente Chávez –siendo el principal factor de unidad patriótica–, es y debe seguir siendo de gran importancia para la construcción de la dirección colectiva del proceso revolucionario, una dirección colectiva con la suficiente autoridad moral ante las masas para impulsar los correctivos actuales necesarios, ayudar a garantizar la continuidad y profundización de la revolución venezolana y abrirle cauce a su perspectiva socialista.

Se visualiza un cuadro político, social y económico que tendrá características críticas en los años inmediatos por venir, producto de la agudización de las contradicciones de clase que se expresa en los proyectos de país enfrentados, no sólo con las históricas y claramente definidas fuerzas de la derecha proimperialista, sino también con los sectores reformistas y pseudo-socialistas que tienen significativa influencia a lo interno de las llamadas fuerzas del proceso.

Tenemos por delante un año de combates definitorios para el desarrollo del proceso revolucionario venezolano. Así lo evaluó nuestro 14º Congreso cuando resaltó que “es una necesidad política la reelección del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, para dar continuidad a su accionar político en función de profundizar el carácter democrático, participativo y progresista que se desarrolla en la sociedad venezolana”. El Comité Central manifiesta, en correspondencia con esta Resolución, la necesidad de intercambiar directamente con el presidente Chávez sobre el conjunto de este escenario.

En este marco referencial, cobra mayor vigencia el planteamiento que insistentemente ha expresado el PCV, con respecto a la necesidad de conformar el amplio frente nacional antiimperialista, y cuyas propuestas sobre lo que debe ser el denominado “Polo Patriótico” están sistematizadas en el documento “Unidad de las fuerzas patrióticas para profundizar la revolución” –dadas a conocer públicamente desde el pasado 11 de abril–, resaltando que, más allá del nombre, debe expresar realmente el instrumento que precisa en la actualidad la revolución venezolana, y que no sea únicamente un nuevo espacio de coordinación electoral, que conllevaría a consecuencias de mediano y largo plazo que muchos no ven todavía, pero que serían determinantes.

El Partido Comunista de Venezuela está consciente de su papel, de su responsabilidad y de las esperanzas de millones de trabajadores y trabajadoras. Por eso, es una necesidad fortalecer al PCV como organización autónoma, crítica y propositiva; como fuerza movilizadora del pueblo para la profundización revolucionaria; como instrumento político de la clase obrera para que ésta se constituya en la vanguardia del Estado democrático, popular y revolucionario que debemos conquistar.

¡Trabajador, trabajadora: incorpórate al PCV, tu Partido!

¡Con la clase obrera y el pueblo trabajador para la toma del Poder!

II Pleno del Comité Central

Partido Comunista de Venezuela – PCV

Caracas, 17 y 18 de septiembre de 2011.

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