miércoles, 21 de septiembre de 2011

Último discurso del Compañero Allende
Santiago de Chile
11 de septiembre de 1973

7:55 A.M. Radio Corporación

Habla el Presidente de la República desde el Palacio de La Moneda. Informaciones confirmadas señalan que un sector de la marinería habría aislado Valparaíso y que la ciudad estaría ocupada, lo que significa un levantamiento contra el Gobierno, del Gobierno legítimamente constituido, del Gobierno que está amparado por la ley y la voluntad del ciudadano.

En estas circunstancias, llamo a todos los trabajadores. Que ocupen sus puestos de trabajo, que concurran a sus fábricas, que mantengan la calma y serenidad. Hasta este momento en Santiago no se ha producido ningún movimiento extraordinario de tropas y, según me ha informado el jefe de la Guarnición, Santiago estaría acuartelado y normal.

En todo caso yo estoy aquí, en el Palacio de Gobierno, y me quedaré aquí defendiendo al Gobierno que represento por voluntad del pueblo. Lo que deseo, esencialmente, es que los trabajadores estén atentos, vigilantes y que eviten provocaciones. Como primera etapa tenemos que ver la respuesta, que espero sea positiva, de los soldados de la Patria, que han jurado defender el régimen establecido que es la expresión de la voluntad ciudadana, y que cumplirán con la doctrina que prestigió a Chile y le prestigia el profesionalismo de las Fuerzas Armadas. En estas circunstancias, tengo la certeza de que los soldados sabrán cumplir con su obligación. De todas maneras, el pueblo y los trabajadores, fundamentalmente, deben estar movilizados activamente, pero en sus sitios de trabajo, escuchando el llamado que pueda hacerle y las instrucciones que les dé el compañero Presidente de la República.

8:15 A.M.
Trabajadores de Chile:

Les habla el Presidente de la República. Las noticias que tenemos hasta estos instantes nos revelan la existencia de una insurrección de la Marina en la Provincia de Valparaíso. He ordenado que las tropas del Ejército se dirijan a Valparaíso para sofocar este intento golpista. Deben esperar las instrucciones que emanan de la Presidencia. Tengan la seguridad de que el Presidente permanecerá en el Palacio de La Moneda defendiendo el Gobierno de los Trabajadores. Tengan la certeza que haré respetar la voluntad del pueblo que me entregara el mando de la nación hasta el 4 de Noviembre de 1976. Deben permanecer atentos en sus sitios de trabajo a la espera de mis informaciones. Las fuerzas leales respetando el juramento hecho a las autoridades, junto a los trabajadores organizados, aplastarán el golpe fascista que amenaza a la Patria.

8:45 A.M.
Compañeros que me escuchan:

La situación es crítica, hacemos frente a un golpe de Estado en que participan la mayoría de las Fuerzas Armadas. En esta hora aciaga quiero recordarles algunas de mis palabras dichas el año 1971, se las digo con calma, con absoluta tranquilidad, yo no tengo pasta de apóstol ni de mesías. No tengo condiciones de mártir, soy un luchador social que cumple una tarea que el pueblo me ha dado. Pero que lo entiendan aquellos que quieren retrotraer la historia y desconocer la voluntad mayoritaria de Chile; sin tener carne de mártir, no daré un paso atrás.

Que lo sepan, que lo oigan, que se lo graben profundamente: dejaré La Moneda cuando cumpla el mandato que el pueblo me diera, defenderé esta revolución chilena y defenderé el Gobierno porque es el mandato que el pueblo me ha entregado. No tengo otra alternativa. Sólo acribillándome a balazos podrán impedir la voluntad que es hacer cumplir el programa del pueblo.

Si me asesinan, el pueblo seguirá su ruta, seguirá el camino con la diferencia quizás que las cosas serán mucho más duras, mucho más violentas, porque será una lección objetiva muy clara para las masas de que esta gente no se detiene ante nada. Yo tenía contabilizada esta posibilidad, no la ofrezco ni la facilito. El proceso social no va a desaparecer porque desaparece un dirigente. Podrá demorarse, podrá prolongarse, pero a la postre no podrá detenerse. Compañeros, permanezcan atentos a las informaciones en sus sitios de trabajo, que el compañero Presidente no abandonará a su pueblo ni su sitio de trabajo. Permaneceré aquí en La Moneda inclusive a costa de mi propia vida.


9:03 A.M. Radio Magallanes

En estos momentos pasan los aviones. Es posible que nos acribillen. Pero que sepan que aquí estamos, por lo menos con nuestro ejemplo, que en este país hay hombres que saben cumplir con la obligación que tienen. Yo lo haré por mandato del pueblo y por mandato consciente de un Presidente que tiene la dignidad del cargo entregado por su pueblo en elecciones libres y democráticas. En nombre de los más sagrados intereses del pueblo, en nombre de la Patria, los llamo a ustedes para decirles que tengan fe. La historia no se detiene ni con la represión ni con el crimen. Esta es una etapa que será superada. Este es un momento duro y difícil: es posible que nos aplasten. Pero el mañana será del pueblo, será de los trabajadores. La humanidad avanza para la conquista de una vida mejor.

Pagaré con mi vida la defensa de los principios que son caros a esta Patria. Caerá un baldón sobre aquellos que han vulnerado sus compromisos, faltando a su palabra... rota la doctrina de las Fuerzas Armadas.

El pueblo debe estar alerta y vigilante. No debe dejarse provocar, ni debe dejarse masacrar, pero también debe defender sus conquistas. Debe defender el derecho a construir con su esfuerzo una vida digna y mejor.


9:10 A.M.
Seguramente ésta será la última oportunidad en que pueda dirigirme a ustedes. La Fuerza Aérea ha bombardeado las torres de Radio Postales y Radio Corporación. Mis palabras no tienen amargura sino decepción Que sean ellas el castigo moral para los que han traicionado el juramento que hicieron: soldados de Chile, comandantes en jefe titulares, el almirante Merino, que se ha autodesignado comandante de la Armada, más el señor Mendoza, general rastrero que sólo ayer manifestara su fidelidad y lealtad al Gobierno, y que también se ha autodenominado Director General de carabineros. Ante estos hechos sólo me cabe decir a los trabajadores: ¡Yo no voy a renunciar! Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.

Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que sólo fue intérprete de grandes anhelos de justicia, que empeñó su palabra en que respetaría la Constitución y la ley, y así lo hizo. En este momento definitivo, el último en que yo pueda dirigirme a ustedes, quiero que aprovechen la lección: el capital foráneo, el imperialismo, unidos a la reacción, creó el clima para que las Fuerzas Armadas rompieran su tradición, la que les enseñara el general Schneider y reafirmara el comandante Araya, víctimas del mismo sector social que hoy estará en sus casas esperando con mano ajena reconquistar el poder para seguir defendiendo sus granjerías y sus privilegios.

Me dirijo, sobre todo, a la modesta mujer de nuestra tierra, a la campesina que creyó en nosotros, a la abuela que trabajó más, a la madre que supo de nuestra preocupación por los niños. Me dirijo a los profesionales de la Patria, a los profesionales patriotas que siguieron trabajando contra la sedición auspiciada por los colegios profesionales, colegios de clases para defender también las ventajas de una sociedad capitalista de unos pocos.

Me dirijo a la juventud, a aquellos que cantaron y entregaron su alegría y su espíritu de lucha. Me dirijo al hombre de Chile, al obrero, al campesino, al intelectual, a aquellos que serán perseguidos, porque en nuestro país el fascismo ya estuvo hace muchas horas presente; en los atentados terroristas, volando los puentes, cortando las vías férreas, destruyendo lo oleoductos y los gaseoductos, frente al silencio de quienes tenían la obligación de proceder. Estaban comprometidos. La historia los juzgará.

Seguramente Radio Magallanes será acallada y el metal tranquilo de mi voz ya no llegará a ustedes. No importa. La seguirán oyendo. Siempre estaré junto a ustedes. Por lo menos mi recuerdo será el de un hombre digno que fue leal con la Patria.
El pueblo debe defenderse, pero no sacrificarse. El pueblo no debe dejarse arrasar ni acribillar, pero tampoco puede humillarse.

Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.

¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!

Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.

SEC. DE IDEOLOGIA

PARTIDO COMUNISTA DE VENEZUELA

COMITÉ REGIONAL ARAGUA

lunes, 19 de septiembre de 2011

DECLARACIÓN POLÍTICA

El II Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV), electo en el reciente y combativo 14º Congreso, sesionó en Caracas, el 17 y 18 de septiembre de 2011, examinando la situación política nacional e internacional, referenciada por la agudización de la lucha de clases y por la creciente responsabilidad de las fuerzas del progreso para que los avances revolucionarios se consoliden y profundicen.

Situación internacional

La dialéctica relación de contradicciones interimperialistas se encuentra en un momento en el que fortalecen sus alianzas ante objetivos comunes, incrementando su ofensiva contra los pueblos, en la búsqueda de salir de la profunda crisis del sistema capitalista mundial por la que transita desde 2008.

El imperialismo, a través de uno de sus instrumentos militares, la OTAN, con su nueva concepción estratégica, está materializando una de las alertas que el movimiento mundial de la paz estuvo haciendo desde hace cerca de diez años, sobre su intención de utilizarlo como mecanismo de imposición de su política y resguardo de sus intereses más allá de la zona del Atlántico Norte y la frontera con Europa del Este, ampliando su alcance a cualquier rincón de la tierra.

Están, además, utilizando nuevas tácticas de agresión a pueblos y sumisión de países, junto a los tradicionales mecanismos de subvertir y desestabilizar procesos y gobiernos que, siendo de carácter popular o no, se interpongan a sus intereses y necesidades de dominar mercados, riquezas naturales y fortalecer su posicionamiento y dominio geo-político. Para toda esta política de dominación, el imperialismo cuenta con la ONU como instancia de legitimación de sus agresiones.

El imperialismo y sus lacayos sionistas, despliegan una ofensiva estratégica para mantener y fortalecer su hegemonía en el Medio Oriente y en el Norte de África. Con tales propósitos, desarrollan una ofensiva de agresiones simultáneas, interviniendo en Libia, apoyando de todas las formas a una débil oposición y lanzando un criminal bombardeo masivo. Tratan de desestabilizar a los gobiernos de Siria e Irán, creando condiciones para una posible intervención militar. De igual modo, niegan el derecho inalienable del pueblo palestino a tener un Estado independiente y soberano, con las fronteras de 1967 y Jerusalén Oriental como capital; justa demanda a la que el PCV reitera su absoluto apoyo.

Simultáneamente, el capital monopolista transnacional utiliza sus armas económico-financieras para recuperar sus tasas de ganancia, eliminando conquistas sociales y el derecho de los pueblos a una vida digna, a un trabajo estable y bien remunerado, a un sistema de seguridad social accesible para todos y todas, a un sistema de salud pública eficiente, a una educación gratuita y de calidad. Estas políticas son las que están enfrentando la clase obrera y los pueblos de Europa, en particular los de Grecia, Portugal, España, Irlanda, Italia y Francia.

Los Partidos Comunistas y el sindicalismo clasista están en la primera línea de combate político y de masas, y cuentan con la solidaridad de los pueblos del mundo, porque nos sabemos parte de una misma lucha contra un enemigo común.

En Latinoamérica y el Caribe, el imperialismo estadounidense sigue intentando retomar sus anteriores niveles de influencia, manteniendo sostenida, sistemática y multifacéticamente su contraofensiva a los distintos procesos democráticos y progresistas que están en desarrollo.

Los esfuerzos de avanzar en proyectos de integración regional y subregional, como los casos de CELAC, ALBA y UNASUR, en los que el Gobierno venezolano, la Revolución Cubana y otros gobiernos progresistas han tenido un papel determinante, deben contar con el creciente apoyo y participación de las fuerzas políticas y sociales revolucionarias, con la claridad de que influyen en su seno las correlaciones de fuerzas en dependencia del carácter de clase de cada gobierno y los grados de influencia de la burguesía y del movimiento popular-revolucionario en cada país y en el continente.

Las y los comunistas y el movimiento obrero y popular, tenemos gran responsabilidad en los procesos políticos que se desarrollan en Latinoamérica y el Caribe; por lo que debemos fortalecer las acciones de solidaridad y de unidad popular-revolucionaria frente a las amenazas imperialistas. En este contexto, son significativas las movilizaciones del estudiantado chileno junto a las y los trabajadores, con destacado papel del PC de Chile y sus Juventudes Comunistas, por reivindicaciones sectoriales y transformaciones políticas frente al gobierno derechista de Piñera y los rezagos del pinochetismo.

Situación nacional

Venezuela es objetivo priorizado del imperialismo estadounidense, concentrando sus esfuerzos para acabar con la experiencia popular que avanza en nuestro país. El imperialismo hace esfuerzos por crear una falsa imagen de autoritarismo y vinculación con lo que llaman narcoterrorismo, preparando las condiciones para justificar posibles acciones de intervención. El imperialismo está decidido a “salir” del Gobierno del presidente Hugo Chávez, de manera electoral o violenta, según la correlación interna de fuerzas y según se consolide la profundización política y económica del proceso revolucionario o la conciliación de clases.

En este contexto, el movimiento obrero venezolano presenta algunos avances, mediante el fortalecimiento del sindicalismo clasista, el impulso de los Consejos de las y los Trabajadores y del movimiento por el Control Obrero, y la consolidación del movimiento de Delegados y Delegadas de Prevención. No obstante, hay que profundizar el combate contra las pretensiones de sectores del capital y de la burocracia estatal por subordinar a sus intereses las organizaciones de las y los trabajadores. Debemos redoblar la ofensiva de calle para lograr la aprobación este año de la nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y de la Ley Especial de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras. Todo esto con el objetivo central de que la clase obrera y el pueblo trabajador se posicionen como vanguardia de la revolución venezolana e impongan su hegemonía para el verdadero rumbo socialista.

La oposición, heterogénea y contradictoria, fundamentalmente dirigida por fuerzas proimperialistas, aprovecha el descontento en sectores populares ante graves problemas estructurales no resueltos, como la inseguridad, el desempleo, el alto costo de la vida, la corrupción, la impunidad, etc.; siendo una tarea de primera línea construir y aplicar correctivos, con las fuerzas político-sociales y todo el pueblo.

Debemos desenmascarar la autodenominada Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y sus supuestas primarias, porque representan los intereses políticos de los poderes económicos que dominan esas estructuras partidistas, para retomar sus privilegios, para abrirle las puertas al capital monopolista y a las transnacionales saqueadoras de las riquezas nacionales y expoliadoras de nuestro pueblo. Prueba de ello, es su propuesta ilegal, desestabilizadora y golpista de una llamada “Ley de Transición”.

El PCV reafirma que es imprescindible impulsar una victoriosa e imponente ruta electoral para las elecciones de 2012 y 2013. Serán escenarios de batalla política, ideológica y de masas, para elevar la conciencia, organización y movilización del pueblo trabajador junto a su Partido, el PCV. Los espacios conquistados deben servir para buscar el mejoramiento de la situación de las y los trabajadores, pero, especialmente, como mecanismo de acumulación para producir la ruptura con el Estado burgués.

El PCV reitera que el legítimo liderazgo y la enorme credibilidad del presidente Chávez –siendo el principal factor de unidad patriótica–, es y debe seguir siendo de gran importancia para la construcción de la dirección colectiva del proceso revolucionario, una dirección colectiva con la suficiente autoridad moral ante las masas para impulsar los correctivos actuales necesarios, ayudar a garantizar la continuidad y profundización de la revolución venezolana y abrirle cauce a su perspectiva socialista.

Se visualiza un cuadro político, social y económico que tendrá características críticas en los años inmediatos por venir, producto de la agudización de las contradicciones de clase que se expresa en los proyectos de país enfrentados, no sólo con las históricas y claramente definidas fuerzas de la derecha proimperialista, sino también con los sectores reformistas y pseudo-socialistas que tienen significativa influencia a lo interno de las llamadas fuerzas del proceso.

Tenemos por delante un año de combates definitorios para el desarrollo del proceso revolucionario venezolano. Así lo evaluó nuestro 14º Congreso cuando resaltó que “es una necesidad política la reelección del Presidente Hugo Rafael Chávez Frías en la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, para dar continuidad a su accionar político en función de profundizar el carácter democrático, participativo y progresista que se desarrolla en la sociedad venezolana”. El Comité Central manifiesta, en correspondencia con esta Resolución, la necesidad de intercambiar directamente con el presidente Chávez sobre el conjunto de este escenario.

En este marco referencial, cobra mayor vigencia el planteamiento que insistentemente ha expresado el PCV, con respecto a la necesidad de conformar el amplio frente nacional antiimperialista, y cuyas propuestas sobre lo que debe ser el denominado “Polo Patriótico” están sistematizadas en el documento “Unidad de las fuerzas patrióticas para profundizar la revolución” –dadas a conocer públicamente desde el pasado 11 de abril–, resaltando que, más allá del nombre, debe expresar realmente el instrumento que precisa en la actualidad la revolución venezolana, y que no sea únicamente un nuevo espacio de coordinación electoral, que conllevaría a consecuencias de mediano y largo plazo que muchos no ven todavía, pero que serían determinantes.

El Partido Comunista de Venezuela está consciente de su papel, de su responsabilidad y de las esperanzas de millones de trabajadores y trabajadoras. Por eso, es una necesidad fortalecer al PCV como organización autónoma, crítica y propositiva; como fuerza movilizadora del pueblo para la profundización revolucionaria; como instrumento político de la clase obrera para que ésta se constituya en la vanguardia del Estado democrático, popular y revolucionario que debemos conquistar.

¡Trabajador, trabajadora: incorpórate al PCV, tu Partido!

¡Con la clase obrera y el pueblo trabajador para la toma del Poder!

II Pleno del Comité Central

Partido Comunista de Venezuela – PCV

Caracas, 17 y 18 de septiembre de 2011.

domingo, 18 de septiembre de 2011

Entrevista a Oscar Figuera/El Partido Comunista está hoy en mejores condiciones para seguir luchando por el Socialismo

Oscar Figuera en entrevista exclusiva con Tribuna Popular (Foto Archivo)

Tribuna Popular/MR.- No es una tarea fácil –y no es por falta de disposición– entrevistar al Secretario General del Partido Comunista de Venezuela (PCV), organización que en la actualidad constituye uno de los actores comprometidos en la construcción del “Polo Patriótico”, con el contexto del proceso electoral de 2012. Y no es fácil, porque el emblemático Partido del Gallo Rojo, siempre se encuentra en la mira de “tirios y troyanos”.

Desde las filas del proceso, se ha acusado a los comunistas de darle armas al enemigo por sus posiciones encontradas con el Gobierno Bolivariano y la dirigencia del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), sobre la necesidad de una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo (LOT) o su solidaridad con la insurgencia colombiana, y desde la oposición, paradójicamente, se le acusa de ser un Partido “satélite del chavismo” o también llamado “del oficialismo”.

Para esclarecer cuál es realmente el Programa del PCV, su Línea Política y la evaluación que hace del momento histórico que atraviesa el país, consultamos a su máximo representante, Oscar Figuera.

En primer lugar, Figuera señaló con satisfacción que el saldo de este 14° Congreso del PCV, fue altamente positivo. “Ampliamos nuestro Comité Central, de 41 a 45 integrantes; incorporamos diez suplentes, que antes no teníamos, y consideramos muy importante la renovación de nuestro órgano de dirección en un 40%, con camaradas que vienen de los sectores obreros, campesinos, de la juventud, de las capas medias de profesionales y técnicos”, por tanto eso le permite asegurar que “estamos en mejores condiciones que antes para continuar avanzando en la correlación de fuerzas que nos permita consolidar la perspectiva del Socialismo en Venezuela”.

No cabe la menor duda que este 14º Congreso echó por tierra el argumento que de vez en cuando esgrimen tanto la derecha como los sectores anticomunistas dentro y fuera de la revolución, al decir que el PCV es un “Partido de maletín” que no “aporta caudales de votos”.

Sobre ese punto, Figuera enfatizó que “desde el punto de vista interno, se fortaleció nuestra estructura y se cohesionó la militancia en lo político y en lo ideológico. Precisamos en el terreno táctico y estratégico las líneas de nuestro trabajo revolucionario”.

“Este Congreso demostró que tenemos una inmensa disciplina como Partido y capacidad para un debate profundo”, resaltó Figuera, al tiempo que envió un profundo reconocimiento a toda la militancia por los esfuerzos realizados para la cristalización de esta actividad.

Por otra parte, el dirigente comunista se mostró satisfecho por el amplio respaldo que recibió el PCV en la instalación de su máximo evento político-organizativo, de las fuerzas que acompañan el proceso, como el PSUV, a través de una salutación vía telefónica y un mensaje por escrito de su presidente, el Comandante Chávez, de los movimientos sociales y sindicales y del movimiento comunista internacional.

“Hicimos la actualización de nuestro Programa político, en lo estratégico, y en la táctica fortalecimos nuestra Línea Política referida a la contribución que debemos hacer para la conformación de un frente amplio nacional patriótico, denominado “Polo Patriótico” por el presidente Chávez”, indicó.

Fase previa a la construcción socialista

“Aún no estamos en la fase de construcción del Socialismo, y lo decimos aunque a algunos dirigentes de la revolución no le gusta que lo digamos. Según nuestra percepción, estamos en una etapa de recuperación de nuestra soberanía, de los recursos materiales y culturales, de rescate de nuestras raíces históricas; eso nos permitirá acumular condiciones para cambiar la correlación de fuerzas y avanzar hacia la edificación del Socialismo”, destacó.

En su análisis, Figuera señala que lo que diferencia este momento histórico de otros menos favorecedores, “es que ahora desde las instituciones del Estado, desde el Poder Legislativo, se reivindica la necesidad de un proyecto socialista para superar el modelo de subordinación al capitalismo y al imperialismo en el que nos mantuvo el puntofijismo bipartidista”.

“Eso significa que todos los días se trabaja en la edificación de la conciencia colectiva del pueblo para que se comprenda la necesidad de liquidar el capitalismo a fin de alcanzar una sociedad de justicia, de igualdad, de solidaridad, que nos permita vivir en paz y en armonía sin explotadores ni explotados”, prosiguió.

Para la conquista de este objetivo, “el PCV considera que es fundamental la construcción de este frente patriótico antiimperialista que articule al conjunto de corrientes identificadas con un proyecto de carácter socialista en Venezuela”, explicó Figuera, subrayando que en esa búsqueda será necesario desplazar a los sectores de la pequeña, mediana y gran burguesía que hoy conducen en parte el proceso venezolano.

“En el PCV estamos convencidos de que no será posible marchar al Socialismo con los sectores reformistas, que incluso se han enriquecido y generado una nueva burguesía; no van a ser ellos quienes tracen la ruta hacia el Socialismo sino la clase obrera con su Partido, contando para ello con el liderazgo de Hugo Chávez”, expresó.

“No tenemos ningún problema con el nombre que se le ponga a esa alianza antiimperialista, puede ser Polo Patriótico como ha dicho el Presidente Chávez, pero lo que sí tenemos que evaluar es cómo va a estar conformado ese bloque que debe ser una fuerza unitaria y un instrumento para la dirección colectiva, más allá de la coyuntura electoral”, aseveró.

“En ese Polo debe abordarse de manera crítica y autocrítica la continuidad del avance del proceso revolucionario”, subrayó el dirigente comunista.

Tergiversación y manipulación mediática

Figuera no vacila en reconocer la intencionalidad de la prensa burguesa y, según su criterio, de algunos medios de la revolución, en generar cierto ruido mediático para crear roces en la alianza patriótica, de manera especial cuando el PCV fija posición con respecto a temas “espinosos” como la nueva Ley Orgánica del Trabajo, la Ley de Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras y la lucha armada en Colombia.

En ese sentido, Figuera dice que no tienen ningún temor de generar polémica porque la “verdad es y será siempre revolucionaria”. “Por eso, este proceso necesita a las y los comunistas y nosotros necesitamos fijar determinadas posiciones, cuando consideramos que somos consecuentes con los principios de nuestra militancia”, sostuvo.

“Como marxistas-leninistas, analizamos la realidad concreta para hacer las propuestas que consideramos correspondientes a fin de mejorar lo que hay que mejorar y corregir sobre la marcha”, y se refirió a la necesidad de “no ser complacientes con la realidad”. Para él, es menester utilizar la crítica y la autocrítica como instrumento diario para el trabajo político revolucionario a fin de evaluar las contradicciones y poder avanzar.

“Hay dirigentes, a los que no les gusta oír este tipo de reflexiones. Pero creemos que hay que decirle siempre la verdad al pueblo venezolano; ahí está la clase obrera, la juventud patriota, la intelectualidad progresista, los factores de avanzada que con el liderazgo de Chávez podemos avanzar en la generación de condiciones que nos conduzcan al Socialismo”, expresó.

“De lo contrario, si es la pequeña burguesía la que conduce el proceso, se impondría un socialismo reformista, que finalmente sería una socialdemocracia como sucedió en España, con el PSOE, o en Chile, con la Concertación”, refirió.

Figuera recordó que todavía hay quienes apuestan en Venezuela por edificar un “capitalismo con rostro humano”. “El capitalismo no tiene rostro humano, es depredador, asesino”, recalcó.

Por esa razón, considera necesario que se aprueben los instrumentos jurídicos que consoliden el empoderamiento de la clase obrera, como la nueva y revolucionaria LOT y la Ley de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras. “Esos son para nosotros temas fundamentales que no se inscriben en el terreno de las reivindicaciones materiales y sindicales, sino en las conquistas políticas de la clase obrera, en el movimiento de control obrero, en la recuperación de la organización sindical clasista”.

“Si eso significa que tengamos algunas diferencias con sectores oficiales, estamos dispuestos al debate fraterno pero franco, con profundidad y sin claudicar en nuestras posiciones”, afirmó y reconoció que en el campo del internacionalismo proletario, el PCV continuará apoyando al pueblo colombiano en su lucha contra un Estado represor y proimperialista.

“Defendemos el derecho de las y los colombianos a levantar las banderas de la resistencia popular pero también de la lucha armada y en eso no tenemos medias tintas”, indicó.

No romperemos con Chávez

Oscar Figuera reafirmó que para el PCV, el liderazgo de Chávez tiene plena legitimidad. “Lo reconocemos sin ningún tipo de mezquindad, pero también decimos que existe un Partido Comunista en esta Patria, que tiene 80 años planteando la necesidad y luchando por el Socialismo en Venezuela”.

Y prosigue explicando que “nuestro primer momento de divergencia con el presidente Chávez, fue cuando convocó a que nos disolviéramos y nos incorporáramos al PSUV”.

Para ese momento, señala Figuera, en un Congreso Extraordinario, el PCV decidió que no se disolvería para integrarse en una organización policlasista porque “nuestra razón de ser, es la construcción del Socialismo y el avance hacia el Comunismo. Y el PSUV no es garantía de ese propósito; fue y es nuestra percepción”.

“Lo que sí puede asegurar el PSUV, es la conformación de una alianza nacional antiimperialista, de la cual formamos parte los comunistas junto con otras fuerzas políticas que han surgido de la expresión de diversos sectores y capas progresistas de la sociedad”, afirmó.

“No romperemos con Chávez, porque estamos convencidos de que el enemigo a vencer es el imperialismo norteamericano y, frente a esto, actualmente, el único factor de unidad de las fuerzas antiimperialistas del país es el presidente Chávez”, dijo de manera contundente.

Tres flagelos

Al ser consultado sobre tres temas que están en la agenda colectiva: inseguridad, corrupción y vivienda, Figuera ofreció la lectura que los marxistas-leninistas tienen de esta problemática.

“La inseguridad es un problema. La derecha y la oposición lo magnifica, pero eso no quiere decir que no exista y es un asunto grave”, expresó.

Figuera indicó que el PCV considera que las medidas que se han tomado al respecto, la creación de la Policía Nacional, depuración de los cuerpos de seguridad, el surgimiento de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad, serán efectivas a futuro. Sin embargo, no tiene reparos en decir que quizás se han producido de forma tardía para enfrentar un serio problema estructural generado por décadas de exclusión social y por la infiltración de la violencia paramilitar en nuestras barriadas.

El parlamentario comunista además manifestó que en el tema de la seguridad y en el eléctrico, hay que hacer un llamamiento a que no prevalezca la impunidad porque ¿dónde están los millones de dólares que se destinaron a lo largo de estos once años a las empresas eléctricas?

“Creemos que quienes estuvieron al frente de Cadafe y otras instituciones, deben responder por lo que hicieron o no con esos recursos. De la misma forma ¿quiénes permitieron que nuestras cárceles se trasformaran en centros de dirección delincuencial? Eso hay que investigarlo y sancionar a quienes sea necesario”, prosiguió.

“Aplaudimos los resultados de la Gran Misión Vivienda pero también consideramos que se debe ahondar en lo que respecta al reordenamiento urbano y al asunto de la propiedad de los terrenos urbanos, porque la tierra es un bien colectivo”, indicó y a su vez reconoció el papel importante que en la materia desempeñan los Comités de Tierras Urbanas.

Sobre la corrupción, dijo que “mucha gente nos dice que creemos que los Consejos de Trabajadores son una panacea, y no es así, pero quiénes mejor que ellos para velar por la transparencia en los procesos de producción dentro de las empresas. La corrupción en Venezuela se convirtió en una forma de acumulación de capital y, para combatirla, hace falta la organización popular y obrera”.

“Es imprescindible que reconozcamos las inmensas conquistas que hemos obtenido en estos once años, pero también es fundamental que señalemos lo que no está bien. Reconocer los problemas para buscar soluciones e impedir que se instalen dinámicas que frenen o reviertan los avances de este proceso también es trascendental”, concluyó.


No somos Libia

Sobre la agresión imperialista y el genocidio que EEUU y sus aliados de la OTAN, cometen contra el pueblo libio, Figuera manifestó que en este lado del mundo “la situación no es la misma, ni puede compararse el liderazgo de Chávez con el de Gadafi”.

Para el líder sindical, la agresión en el Norte de África estuvo relacionada con la falta de articulación de la Unión Africana y la postura ambigua de la Liga Árabe, que permitió la agresión militar.

“En la realidad de hoy en América Latina, consideramos que es difícil que se produzca una intervención militar directa en cualquiera de nuestros países. Aquí a través del ALBA, la UNASUR, la proyectada CELAC, el hemisferio ha logrado consolidar niveles de autonomía frente a la imposición de las políticas imperialistas”.

Por supuesto, no es descartable, a su juicio, que el imperialismo estadounidense prepare una agresión contra la Revolución Bolivariana. “Claro que hay indicios de esas intenciones. Nuestro deber es prepararnos para la defensa de la soberanía y es vital desarrollar acciones de carácter preventivo en el ámbito continental. Eso lo tiene muy claro el presidente Chávez. Aquí estamos dando la batalla por continuar en la dinámica de la construcción de un mundo multipolar. En ese sentido, los comunistas nos hemos planteado profundizar el trabajo internacional del PCV, con los Partidos Comunistas y los movimientos sociales del mundo, y en especial de América Latina y el Caribe, porque la primera acción es la preventiva y radica en la capacidad que tengamos de construir mecanismos para lograr acuerdos políticos, culturales, sociales, militares que le puedan demostrar al imperialismo que un ataque contra cualquiera de nuestros países constituirá una agresión contra todo el continente”.