Por: Carlos OjedaTranscurrido más de un mes del secuestro y entrega del periodista Joaquín Pérez Becerra al narco-para-genocida estado colombiano por parte del Presidente Chávez, usurpando potestades del poder judicial venezolano, una nueva noticia de la misma naturaleza y contenido, coloca las cosas en su justo lugar. Es detenido en el estado Barinas el conocido “cantante” fariano Julián Conrado, quien, según el comunicado oficial del gobierno nacional, es un “terrorista colombiano” que será inmediatamente entregado a este país.
En este caso, como en el anterior, es el Presidente de Colombia, el señor Santos, a través de unas de las llamadas “redes sociales”, anuncia como vocero oficial de su gobierno y de Venezuela, la exitosa “operación conjunta de inteligencia”, para ubicar y detener al combatiente fariano. Con esta acción, no queda la menor duda de que “razones de estado” se refiere el ciudadano Presidente de nuestro país.
En la oportunidad de la entrega del periodista colombo-sueco, el presidente venezolano, a través de los medios oficiales de radio y comunicación, después de varios días de censura, disipo las dudas. Fui yo. Yo asumo la responsabilidad. Yo, yo, yo. Yo estado, yo gobierno, yo fiscalía, yo tribunal. Yo soberanía?, yo autodeterminación? Pa´la mierda con eso.
Con esta última operación, las cosas toman su justa dimensión. Adiós solidaridad, adiós proyecto de redención. Se trata hoy, de sobrevivir un modelo de administración de estado, que bajo la fraseología de un llamado “socialismo del siglo XXI”, asume las hartas conocidas practica social-reformistas (párrafo 25), como lo señala en su análisis la propuesta de línea política del PCV en el material de discusión hacia el XIV Congreso, pero abandonando el camino, que generosamente, expresamos en la conclusión, como re caracterización del actual proceso político venezolano (párrafo 37) del precitado material.
Es un proceso que agotado su potencialidad de cambios reales, mantiene su fuerza en un líder único, hermético al ejercicio de la autocritica y critica, mientras la economía, con sus ciclos de expansión, recesión, expansión, reporta inmensas ganancias al capital financiero e importador, reproduciéndose la lógica de acumulación de capital, reafirmando la robustez del modo de producción capitalista en Venezuela.
Nada nuevo después de doce años de tantos esperanzas. Allí esta la razón de estado. Una política a servicio del capital. La burguesía suspira. No importa lo que diga. Lo importante es lo que haga. Incluso… vender a un cantante.
Nos queda, que carajo, seguir luchando, resistiendo.
Fuente: Aquí Están Comunistas Aragua
Correo: pcvaragua@gmail.com
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